5 IDEAS PARA NO CAER EN LA ESTAFA DE LAS CRIANZAS "POSITIVAS"
Estamos en la tarea de desmitificar a las familias "perfectas", parejas "perfectas", padres y madres "perfectos", dentro de la gran diversidad de ser y estar en familia, en pareja o en una relación, es un imposible querer que absolutamente todxs puedan encajar en una forma "correcta" o "perfecta".
Dentro de la gran diversidad familiar tenemos:
Familias monoparentales con jefatura femenina o masculina (puede ser el padre, la madre, algún abuelo/a, tío/a), familias reconstituidas, familias ensambladas, familia con padrastro o madrasta, familias pas de deux (un adulto cuidador y un hijo/a), familias ampliadas, familias extensas, familias de acogida, familias cambiantes, familias en acordeón, familias unipersonales, familias homoparentales, familias poliamorosas, familias DINKY, familias fraternales, familias de tres generaciones, familias con soporte, toda una gran variedad de ser familia, no hay forma "correcta" de ser familia, TODAS son válidas.
Ahora que hicimos esta aclaración, con la democratización de la información a través del internet y las redes sociales, hay demasiada información, en ocasiones desde la premisa de las "buenas" intenciones, entonces comprendiendo que tal vez le demos un "like" a algo que nos guste escuchar, hay algo que quisiéramos escribir fuerte y claro: "Toda persona transmite una interpretación subjetiva de X o Y teoría, en esa interpretación tan subjetiva, se filtran las creencias, ideas, prejuicios, preconceptos propios de las personas, tengan o no, títulos universitarios y digan ser expertos en algo". Ese podría ser nuestro filtro para que podamos seleccionar todo lo que leemos, vemos, escuchamos sobre crianzas.
Es cierto que para los padres, madres y cuidadores, la parentalidad, marentalidad y cuidado de niños, niñas y adolescentes es todo un reto, que se hace más complejo llegando a sentir que sus recursos y su capacidad de afrontamiento están siendo superados o se cuestionan si están haciendo un buen trabajo o se activa algún sentimiento de culpa (porque el daño de lo leído sobre crianzas, ya está hecho) y no desean dañar, lastimar o crear algún trauma a sus hijos, por lo que es cada día más difícil no caer en recomendaciones dadas desde las tendencias de las crianza "positiva", "amorosa", "respetuosa" o la disciplina "positiva" y todavía más cuando quienes se las ofrecen, son personas con título en psicología, que por alguna razón han caído bajo el embrujo de estas tendencias, que son un completo golazo de marketing.
Podríamos pensar que las teorías de crianzas: positiva, amorosa, respetuosa, surgen como una respuesta a los constantes interrogantes sobre la parentalidad y a la posibilidad de crianzas sin el uso del maltrato físico y psicológico y que el marketing hizo su trabajo para ser tan ampliamente difundidas, listo.
Escribimos fuerte y claro: Educar hijos/as, NO es maltratar, ni castigar, ni ofender.
Lo que nos preocupa a los terapeutas de parejas y familias certificados, es que estas teorías excluyen completamente la importancia de comprender a cada familia en sus particularidades relacionales, sus historias, sus contextos, sus realidades, intentado colocar a todos los tipos de familia en el mismo saco y con las mismas pautas, que han generado ideas equívocas acerca del manejo de límites, jerarquía y autoridad, entonces, desde estas "crianzas" se dice que "los padres tienen que ser amigos de los hijos", "acompañar a los hijos en todo", "comunicarse con los hijos", entre otras ideas irreales.
Acompañar las infancias y las adolescencias, no es cuestión de seguir modelos "correctos" e irreales, ahora cuidando de no caer en esto de los tips, nos arriesgamos a escribir lo siguiente:
1. No hay manera de evitarles el sufrimiento a los hijos. Por mucho que nos esforcemos cada persona procesa las experiencias desde una mirada diferente, esto lo relacionamos con el tercer axioma de la comunicación humana. Aquí lo importante es acompañarles sin juzgar cuando estén transitando por algún momento difícil y darles tiempo para que procesen el evento a su manera. No hay tips, no hay "pautas".
2. ¿Hijos/as "exitosos"? Es otra idea irreal de las "crianzas positivas", ¿cómo pretender forzar a los hijos/as a hacer algo que no les gusta? lo cierto es que los adultos cuidadores necesitarán redefinir su propio significado de éxito y también elaborar esta idealización de los hijos/as. No hay forma de forzar, no hay tips, para criar "hijos/as exitosos". Por supuesto que dependiendo del deseo inicial de querer formar familia y educar hijos/as, los adultos cuidadores querremos que no sufran y salgan más o menos funcionales, por ellos mismos y por la sociedad.
3. No existe comunicación "asertiva". Comunicarnos con nuestros hijos/as y familia es tal vez uno de los mayores retos que tenemos, pero no se trata de forzar al otrx a expresar lo que siente, es identificar los ritmos y estilos de comunicación en cada miembro de la familia, es aprender a respetar sus tiempos personales, a facilitar que la familia se convierta en un espacio seguro, de tal manera que los hijos/as se sientan cómodos para expresarse, a su manera, en su momento. ¿Cómo lo harán? cada familia encuentre la manera que más se les facilite y según sus posibilidades. No hay tips, no hay pautas, no hay una forma "correcta" de hacerlo.
4. Sí, habrá situaciones en la vida que se "nos saldrán de las manos", que se presentarán como irresolubles y eso está bien, lo importante es que las familias puedan encontrar una forma de afrontarlas, sea por sí mismas o buscando ayuda con profesionales. Las crisis normativas, que son esos períodos de tiempo en el que las personas, las parejas y las familias pueden experimentar que la situación va más allá de su capacidad de resolución, es parte de los procesos de transición que experimentan las familias, no es lo mismo una familia con hijos pequeños, a una con hijos/as que ya ingresaron al colegio o una familia con hijos/as adolescentes, a una familia cuyos hijos/as van "saliendo del nido". No hay tips, no hay pautas, no hay una forma "correcta".
5. Los padres/madres/adultos cuidadores, NO pueden ser "amigos" de sus hijos/as, pues éstos necesitan tener claro que al presentarse alguna dificultad, podrán acudir a éstos para que les orienten, convertirse en un lugar seguro y de contención para los hijos/as, allí está la jerarquía, la autoridad, ver a los adultos cuidadores como ese punto de apoyo. ¿Cómo lo harán? cada familia encuentre su manera, no hay tips, no hay "pautas", no hay una forma "correcta" de hacerlo.
No confundir esto, con los espacios que las familias puedan construir para facilitar la comunicación.
En resumen, NUNCA habrá una forma "ideal" de acompañar a nuestros niños, niñas y adolescentes, es importante que no caigamos en la trampa de teorías que nos hagan sentir culpables por nuestra particular historia familiar.
Cada quien asuma su marentalidad, parentalidad y/o cuidado de niños, niñas, adolescentes, adultos jóvenes, como mejor puedan, eso sí, la flexibilidad es parte importante para adaptarnos a los constantes cambios, no confundir flexibilidad con falta de autoridad (ya explicada arriba).
Adriana Sofía Silva Silva, Psicóloga, magíster en psicología, máster en terapia familiar sistémica.
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